El buque insignia de Volkswagen se renueva por completo. Mientras que el Phaeton no logró establecer la legitimidad del fabricante en el tope de la gama, el Touareg sigue llevando la ambición premium de la marca. Y a esta nueva generación se le ha prestado toda la atención ya que, técnicamente, no tiene nada que envidiar a los otros SUV de lujo del grupo, el Porsche Cayenne y el Audi Q7. ¿Es esto suficiente para compensar la falta de aura de su emblema?
Marca generalista con toques premium, Volkswagen goza de un posicionamiento -al menos en ciertos mercados- que le da plena legitimidad para entrar a cazar en territorio premium, señala el concesionario vender coche Crestanevada. Basta con echar un vistazo a las listas de precios para convencerse de ello… Y dado que la empresa matriz posee casi todo lo mejor en términos de conocimientos técnicos y tecnológicos, la marca de Wolfsburgo haría mal en no aprovecharlo. Si el Phaeton no fue el éxito que se esperaba, el Touareg, en cambio, ha logrado encontrar su lugar. Comercializado desde 2002, el imponente SUV ha vendido casi un millón de unidades.
Y si su popularidad en Europa parece crecer con el paso de los años, otros mercados, como el chino, siguen siendo muy aficionados a ella. De ahí la llegada de esta tercera generación, con su generoso estilo cromado y su mayor tamaño. Más largo, gana 8 cm (4,88 m) y tiene casi dos metros de ancho. Este crecimiento se compensa con un techo menos alto y un portón trasero más inclinado, que lo hace más dinámico.
A bordo, el tercer Touareg da un giro inesperado. La pesada puerta de cierre eléctrico se abre a un habitáculo con un estilo aún desconocido en Volkswagen. La disposición menos rectilínea del interior y los colores brillantes de nuestra versión de prueba, equipada con la armonía «Atmosphere» opcional, calientan el ambiente. Pero el verdadero golpe maestro es la enorme pantalla táctil que se asienta con orgullo en el centro del salpicadero. La pantalla táctil de 15 pulgadas (una opción que cuesta más de 3.000 euros) da una bofetada a toda la competencia, incluso dentro del grupo.
Reactivo, intuitivo si se toma el tiempo de conocerlo y equipado con un sistema de navegación GPS con notables gráficos, está ligeramente orientado hacia el conductor para formar una extensión del salpicadero digital (totalmente personalizable). Esta innovadora instalación digital, Volkswagen la ha llamado pomposamente «Innovision Cockpit» y controla todas las funciones del coche (confort, seguridad, conectividad, etc.). El efecto «wow» funciona, ya que da la impresión de estar conduciendo algo más que un coche. Queda por ver cuánto apreciarán los futuros compradores este desenfreno digital.
Decididamente premium, generoso en equipamiento (volveremos a ello), el nuevo Touareg también sabe acoger con consideración. En la parte trasera, hay mucho espacio para las piernas y los codos, y caben tres personas, aunque el asiento del medio es inevitablemente menos cómodo. El enorme techo panorámico de cristal, el climatizador automático de cuatro zonas y los dos puertos USB con una toma de corriente de 230 V dan la sensación de viajar en primera clase, incluso en la segunda fila.
La modularidad también forma parte del paquete con un banco deslizante, respaldos reclinables y abatibles en tres partes.
De ahí que el volumen del maletero sea tan variable, con 113 litros más que antes y un total de 810 litros. Por otro lado, no hay rastro de las sexta y séptima plazas adicionales que se pueden encontrar en un Volvo XC90 o incluso en un Audi Q7. Volkswagen ha dejado al Tiguan AllSpace con la difícil tarea de convencer a las familias numerosas. Equipado con la suspensión neumática opcional, el Touareg puede variar la altura del umbral de carga (-4 cm en total) y, para los amantes de las caravanas, también está disponible en el catálogo una bola de remolque retráctil eléctricamente (más de la mitad de los clientes en Europa).
El nuevo Touareg, que es más elegante que la generación anterior y también menos aventurero, se esfuerza por mejorar su comportamiento dinámico. Esto comienza con un uso masivo de aluminio para su estructura, lo que le permite perder 106 kg de media (estamos hablando de un vehículo que pesa bastante más de dos toneladas). El nuevo Touareg está construido sobre la modernísima plataforma MLB, que también se utiliza para el Porsche Cayenne, y tiene la misma dirección en las ruedas traseras. Esto significa que tiene el mismo radio de giro corto que un Golf (11,2 m) y proporciona una estabilidad imperturbable en la carretera. Es una pena que la dirección inversa de las ruedas traseras sólo se mantenga hasta los 37 km/h (en el mismo sentido a partir de ahí). Esta elección técnica impuesta socava la pertinencia del sistema en determinadas situaciones, como en las curvas de montaña. Por otro lado, la compensación electromecánica del balanceo funciona de maravilla (sobre todo porque las barras estabilizadoras se desacoplan en línea recta para preservar el confort). El Touareg gira en plano y consigue ocultar su considerable peso. En carreteras mojadas, la dirección da una excelente sensación de agarre, sólo puede sorprender su falta de consistencia a media velocidad.