Derrapar por completo sobre los adoquines del centro de Belgrado con más de 1.000 CV: no sólo parece una locura, sino que lo es. Las fascinantes imágenes de la acción oficialmente autorizada de los Red Bull Driftbrothers están ahora disponibles en un vídeo de más de diez minutos, que incluye también numerosas tomas a bordo y nos da así una impresión no sólo de la enorme potencia de sus dos BMW M4 (G82), sino también de las extraordinarias habilidades de los hermanos del drifting. ¿Buscas furgonetas segunda mano a buen precio?
De forma no intencionada, el vídeo también da una idea de la vulnerabilidad de la tecnología: los motores, con más de 1.000 CV y más de 1.200 Newton metro de par motor inicial, y basados en el motor biturbo de seis cilindros en línea S58 de BMW M GmbH, llevan repetidamente al límite varios componentes técnicos y también causaron daños considerables en Belgrado. Para Johannes Hountondji, por tanto, el evento terminó antes de lo esperado e incluso los espectaculares derrapes dobles con dos BMW M4 en vuelo paralelo sólo se produjeron durante el warm-up. «
Aunque habría sido posible derrapar espectacularmente con bastante menos potencia después de un chaparrón sobre adoquines mojados, Elias Hountondji consigue que los neumáticos echen un poco de humo incluso en estas condiciones, demostrando claramente lo grandes que son las reservas de potencia de su coche. Por último, el BMW M4 no sólo consigue derrapar por Belgrado en solitario, sino que también muestra sus prestaciones codo con codo con un bólido Red Bull de Fórmula 1 pilotado por David Coulthard.
Más allá de los espectáculos de drifting, los Red Bull Driftbrothers también ofrecen repetidamente en su canal de YouTube información detallada sobre el mundo del tuning extremo: ¿Cómo se consigue hacer funcionar un motor con el doble de potencia que en la producción en serie? ¿Qué componentes siguen dando problemas incluso con una planificación meticulosa y los mejores materiales? Los aficionados a la tecnología obtienen muchos datos sin ambages, que también informan abiertamente de los problemas una y otra vez y muestran lo angustiosos que pueden llegar a ser estos proyectos. Hace poco, por ejemplo, se planteó la cuestión de la influencia real del colector en el rendimiento global alcanzable: