El panorama del aprendizaje y el desarrollo está evolucionando, al igual que las exigencias del trabajo desde casa. Sea cual sea el motivo que le lleva a trabajar a distancia, es probable que lleve tiempo preparado para esta tendencia. Puede que se sienta obligado a hacer el cambio, pero su empresa debe tener en cuenta las ventajas.
Por ejemplo, ¿sabía que el 85% de las empresas informan de un aumento de la productividad de sus empleados cuando trabajan a distancia? Aun así, trabajar desde casa a veces hace que los trabajadores se sientan «fuera de la vista y fuera de la mente». Hasta un 70% de los trabajadores afirman sentirse apartados del lugar de trabajo y sin acceso a la información, señala la agencia de diseño web Leovel. Por eso muchas empresas utilizan la tecnología para crear conectividad con sus equipos y entre ellos.
En un periodo de cancelaciones de actos y necesario distanciamiento social, es natural reflexionar sobre políticas y procedimientos. Y el cambio implica una pregunta crítica: ¿Está su empresa bien preparada para impartir formación a distancia y garantizar la productividad?
He aquí tres buenas prácticas que le ayudarán a impartir una formación práctica a distancia.
Utilizar el aprendizaje contextual
El aprendizaje contextual parte de la teoría de que el aprendizaje tiene lugar cuando el alumno construye el significado de la información presentada. Esto significa que la formación debe ajustarse a las rutinas y experiencias vitales de los empleados remotos. Una técnica típica de instrucción es desarrollar ejemplos de la vida real en su formación como escenarios de casos para ayudar al alumno a contextualizar el material. Esto les ayuda a comprender y retener la información. Importa ofrecer el contenido adecuado, en el momento adecuado y de la forma adecuada.
Aprovechar el microaprendizaje
Este enfoque es una estrategia eficaz para resolver los escollos habituales de la formación: es demasiado larga, no resulta atractiva, carece del enfoque adecuado, no es coherente, persistente o accesible. El microaprendizaje resuelve estas deficiencias ofreciendo la posibilidad de crear formación para abordar muchas situaciones diferentes antes, durante y después de la formación formal. Un enfoque de microaprendizaje también puede tener éxito en formatos flexibles como ayudas de trabajo, vídeos, podcasts, módulos de eLearning e infografías. Esta variedad lo convierte en un método ideal para la formación de trabajadores remotos.
Apoyar la colaboración
Debe incorporar la colaboración a su estrategia de aprendizaje. En primer lugar, puede crear oportunidades para que los trabajadores remotos compartan sus pensamientos, preguntas e ideas a lo largo de su formación. En segundo lugar, las aplicaciones móviles y las herramientas de colaboración de los sistemas de gestión del aprendizaje (chat en línea, foros de debate, pizarras, etc.) ofrecen oportunidades para la creación de comunidades, ayudan a los empleados a «encontrarse» virtualmente y a establecer una conexión entre ellos mientras se forman a distancia.
Hacemos el trabajo pesado
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