Las noticias sobre el Seat el-born son confusas. Por un lado, Seat ya habla mucho de la producción en serie, que, por cierto, tendrá lugar en Zwickau, pero, por otro, se trata «sólo» de un concept car. En cualquier caso, el estudio muestra cómo Seat prevé la movilidad eléctrica en el futuro. El modelo ya se basa en el MEB, el sistema modular eléctrico del Grupo VW. ¿Vives en Madrid y buscas un buen coche de ocasión? En el concesionario Crestanevada de coches de segunda mano en Madrid, encontrarás el coche de tus sueños al mejor precio.
El nombre del estudio, que probablemente no llegará a la producción en serie, hace referencia a un barrio de moda de Barcelona. El vehículo pretende aunar electrificación, conducción autónoma, movilidad compartida y conectividad. Los propios españoles diseñaron el modelo en Barcelona, y posteriormente se fabricará en la planta de Volkswagen en Zwickau, que en el futuro sólo producirá vehículos eléctricos. Se «espera» que la producción en serie del vehículo comience en 2020.
Los datos técnicos, sin embargo, ya están significativamente por detrás del Polestar 2 presentado recientemente. Se supone que el paquete de baterías de 62 kWh cubre una autonomía de hasta 420 kilómetros en el ciclo WLTP. El propio motor eléctrico de 150 kW (204 CV) garantiza una aceleración de 7,5 segundos desde parado hasta 100 km/h. Una carga rápida de 100 kW CC debería devolver la batería al 80 por ciento de su capacidad en 47 minutos. Un sistema de propulsión que ya puede adquirirse en Kia y Hyundai.
Sin embargo, hay que reconocer que el Seat el-born tiene un diseño muy práctico. Básicamente se asemeja a un vehículo compacto con inclinaciones hacia un autobús. En el mundo actual, el modelo sería más comparable a un Mercedes-Benz clase o al Golf Sportsvan. El resultado es mucho espacio, sobre todo en la parte trasera y en el maletero. El conductor tiene ante sí un puesto de conducción digital, así como una pantalla táctil de 10 pulgadas y un interior extremadamente reducido. Queda por ver si las llantas de 20 pulgadas fueron una buena idea en términos de aerodinámica. Al fin y al cabo, están hábilmente disimuladas para permitir que el flujo de aire se deslice a lo largo de la carrocería.