El Citroën C4 Cactus llega a Cannes

El francés en sí no da mucho valor a su coche. Da prioridad a su comida diaria, así que el viejo cubo oxidado puede sufrir. Y sin embargo, en la Costa Azul hay Ferraris, Lamborghinis, Bentleys, otros italianos e incluso algún Zuffenhausen. Para hacer aquí una aparición con tacto pero impresionante, hace falta algo que esté completamente fuera de lugar. Puede que no cante su canción «mi pequeño cactus verde», pero se asoma a la fina región costera francesa con su aspecto poco convencional: el Citroën C4 Cactus. ¿Quieres comprar un coche de ocasión en Toledo? En el concesionario de Crestanevada Toledo podrás encontrar el coche de segunda mano de tus sueños al mejor precio.

Cada mañana surge la misma pregunta: ¿me quedo en el jardín y dejo que el sol me mime o saco el Cactus?

El sol es agradable, pero también se puede disfrutar al aire libre. Así que al pequeño Cactus verde y blanco y a Cannes. Donde normalmente sólo los supercoches descapotables pasean por La Croissette. Junto a ellos, los vehículos menos apreciados en Francia, total y absolutamente abandonados a las palomas.

En algún punto intermedio está este Cactus blanco con airbumps marrones. También pasa desapercibido, ya que hay bastantes otras combinaciones en las que se puede pedir el francés claro.

Puede que piense que aquí la gente sólo recurre a Bentleys, Ferraris y similares, pero puede que se equivoque. El Cactus no llama la atención en el verdadero sentido de la palabra; ni el pequeño motor turbo de tres cilindros ni su «sonido» más bien pasivo hacen girar la cabeza a nadie. Atrapados entre dos Bentleys mientras paseaban, no es a los británicos a quienes hay que prestar atención.

Es difícil expresar con palabras si lo que impresiona en el Cactus son las miradas de asombro o de interrogación. La madera en un coche es algo que quizá recuerde de Estados Unidos, pero ¿quién atornilla plástico en su coche? Por cierto, los airbumps se quedaron «sin probar», nadie quería estrellar su carrito de la compra contra el Cactus. El escepticismo de dejarse engañar por un estafador de seguros era demasiado grande.

En el desierto de los equipamientos de serie franceses  vale, triple equipamiento con Renault, Peugeot y Citroën  las playas están casi pintadas de «tricolor». Y en medio de todo aparece el noverdeperopequeño Cactus. Sólo encontramos un puñado, que es un coche de «extremos» para la región de los Alpes Marítimos.

Sin embargo, es un acompañante fácil de manejar, bajar la ventanilla, subir la corredera y ya puede empezar la fiesta en el paseo marítimo.

Una vez allí, surge rápidamente el mismo panorama. Peugeot, Citroen, Renault, Renault, Cactus, Peugeot, Peugeot, Renault, Citroen, Mercedes. El francés no quiso cambiar su marca alemana, pero aun así quiso saber qué había detrás de ese «divertidísimo» diseño. Para él no sería nada, demasiado pequeño, demasiado llamativo. Pero quizá los airbumps irían bien con el extrovertido estilo de aparcamiento de su mujer, anuncia con una gran carcajada. Un vistazo a su marca premium sugiere que se toma los baches de aparcamiento con la misma ligereza que su mujer.