Al igual que muchos otros fabricantes de automóviles y otras empresas, el Grupo BMW acaba de ser objeto de duras críticas en relación con lo que parece ser una conducta empresarial de doble filo. El trasfondo de todo esto son las ayudas estatales de las que se aprovechan BMW y casi todos los demás fabricantes de automóviles para poder pagar a sus empleados que actualmente se encuentran en la pausa obligatoria de Corona con dinero de trabajo a jornada reducida. En este caso, el dinero de los trabajadores a jornada reducida lo paga el Estado hasta un año, por lo que no supone una carga para el propio Grupo BMW. BMW cuenta actualmente con unos 20.000 trabajadores en régimen de jornada reducida.
La crítica, sin embargo, no es a la concesión de ayudas a corto plazo en sí, sino a la adhesión simultánea a prácticas conocidas de épocas más exitosas: Aunque las empresas se están aprovechando de las ayudas estatales, los accionistas van a recibir de nuevo este año varios miles de millones de euros en dividendos. En el caso del Grupo BMW, son 2,50 euros por acción ordinaria y 2,52 euros por acción preferente y, por tanto, un total de 1.600 millones de euros lo que se va a distribuir a los accionistas. ¿Buscas furgonetas en Madrid? Las mejores en furgonetas de segunda mano Madrid Crestanevada.
La indemnización por jornada reducida es una ayuda estatal. Quienes dependen de las ayudas estatales no pueden al mismo tiempo distribuir beneficios entre los accionistas. Esa es la cara fea del capitalismo. Por eso estoy a favor de una congelación general de dividendos en estos casos. https://t.co/Qmb8vSmno6
– Carsten Schneider (@schneidercar) 3 de abril de 2020
En este contexto, los políticos del SPD y de la Izquierda piden que se suspendan los pagos de primas y los repartos de dividendos, al menos si las empresas reciben al mismo tiempo ayudas estatales. En muchas empresas, los pagos de dividendos previstos para 2020 ya han sido cancelados o, al menos, reducidos: Según el Handelsblatt, la Deutsche Schutzvereinigung für Wertpapierbesitz (Asociación Alemana para la Protección de los Propietarios de Valores) espera que este año se reparta un 14% menos de dividendos que el año pasado, pero aun así queda una suma de 44.000 millones de euros.
Para los responsables de BMW Group, renunciar al dividendo de 2020 está, sin embargo, descartado: en la Junta General de Accionistas, que se celebrará el 14 de mayo por videoconferencia, el Consejo de Administración propondrá al Consejo de Supervisión los citados 2,50 a 2,52 euros. El trasfondo es comprensible: con el dividendo se recompensa a los accionistas por los éxitos del año pasado, por lo que se trata de una participación en los beneficios de 2019. Por tanto, si en 2021 se pagará un dividendo correspondiente a 2020 es una cuestión completamente distinta.
Esta cuestión es aún más difícil para Daimler que para el grupo BMW, que es en gran parte propiedad de las familias Quandt y Klatten: como escribe el Handelsblatt con toda franqueza, muchos inversores han mantenido acciones de Daimler durante años sólo por el dividendo. Si los suabos renunciaran al dividendo, esto podría tener consecuencias de gran alcance: «El valor bursátil de Daimler podría desplomarse aún más y el grupo podría convertirse finalmente en un objetivo de adquisición.»