Durante mucho tiempo se alabaron los lujosos y confortables interiores de las grandes berlinas alemanas. Pero las marcas francesas están decididas a estar a la altura de esta reputación. Tras desarrollar motores reconocidos en todo el mundo por su eficacia y solidez, los fabricantes nacionales han integrado el bienestar del conductor y de los pasajeros en la difícil ecuación para producir el coche ideal.
Sin duda, es en gran parte gracias a los avances tecnológicos, combinados con una larga experiencia, que los fabricantes de automóviles franceses han logrado sus objetivos en cuanto a la relación confort/precio de venta. El Citroën C-Elysée es un buen ejemplo. Los automovilistas que no están interesados en las tendencias de la moda de los coches, pero que no se sienten atraídos por el bajo coste, encontrarán este tipo de modelo muy adecuado para sus necesidades. Llamada por algunos «berlina de crisis», es un coche fiable y sin equipamiento superfluo. De hecho, es un verdadero coche para conducir.
Un vehículo cómodo no es necesariamente aquel que ofrece una profusión de gadgets poco útiles o que puede equiparse con opciones más o menos beneficiosas para la conducción. Los usuarios habituales de la carretera prefieren la fiabilidad y el placer de conducir. Eso no significa que estén dispuestos a renunciar a la comodidad en los viajes largos o frecuentes. También hay que tener en cuenta el diseño exterior sin aumentar demasiado el precio. La marca de los chevrones lo ha entendido bien rediseñando sutilmente sus berlinas. Modelos como el C-Elysée han sido dotados de características que raramente se encuentran en este tipo de vehículos.
La tableta con pantalla táctil de 7 pulgadas, el kit de manos libres Bluetooth y el puerto USB serán apreciados por los profesionales que se desplazan con frecuencia. Apreciarán el gran espacio del maletero, así como ciertos detalles como los nuevos faros, los elegantes colores de la carrocería y las llantas con carácter.
Estos coches mejor pensados convencerán tanto a los conductores profesionales como a los exigentes clientes particulares con presupuestos medios. En efecto, unos y otros podrán desarrollar sus actividades al volante de berlinas de aspecto cuidado, agradables de conducir y, sobre todo, a un precio asequible.
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