Yamaha YZF-R125 vs Derbi GPR 125

Lanzada en 2008, la Yamaha YZF-R 125cc se ha consolidado en la cima del mercado de las motos deportivas de 4 tiempos con más de 20.000 unidades, por delante de la Honda CBR a pesar de su buena resistencia. Por su parte, Derbi se relanza en este segmento y la GPR es la digna heredera de sus predecesoras con motor de 2 tiempos. Es el principal competidor de la Yamaha y pretende bajarla de su pedestal. Para saber un poco más, el enfrentamiento se hizo inevitable para un duelo fratricida…

En general, la compra de una moto deportiva se basa en varios criterios, entre los que la estética y la motorización juegan un papel esencial, detalla el concesionario de motos de segunda mano Crestanevada. En cuanto al primer punto, ambas motos tienen una fuerte connotación deportiva.

La Derbi GPR es bastante atractiva y la compacidad general de la moto catalana es similar a la de la japonesa. El frontal presenta un doble faro igual de agresivo, separado por una «ceja» de diodos. El conjunto es muy parecido a una «boca» de ceniza. Los bordes afilados del depósito confirman sus ambiciones y el conjunto de la carrocería es especialmente homogéneo. El toque final es el silenciador bajo el carenado, digno de una máquina de MotoGP.

En cuanto a la Yamaha, es innegable que aprovecha el ADN ya presente en sus hermanas mayores R6 y R1. La parte trasera afilada como una cuchilla, el doble faro y el corto tubo de escape son una clara indicación de sus orígenes. Ambas motos son de 17 pulgadas, el acabado está especialmente bien hecho y la Derbi muestra con orgullo sus llantas de 12 radios pintadas en negro, su corona de horquilla de aluminio y su horquilla Paioli en acabado anodizado rojo.

Estas dos pequeñas bombas no son tacañas en cuanto a equipamiento y cada una tiene su propia personalidad: la instrumentación de la GPR cuenta con una esfera totalmente digital con un ordenador de a bordo (cuentakilómetros) y un cuentarrevoluciones. A ambos lados de la esfera hay varias luces de advertencia, como el indicador de reserva de combustible, la temperatura del motor y la presión del aceite. Incluso en la parte superior se encuentra una luz de cambio (indicador de exceso de revoluciones). No hay indicador de combustible y la legibilidad del panel de instrumentos es un poco pobre.

El salpicadero de la YZF R 125cc tiene un diseño muy racing, más sobrio que el de la GPR, con dos diales que alternan lecturas analógicas y digitales. Mientras que el gran cuentarrevoluciones está a la derecha, el pequeño rectángulo de la izquierda ofrece una excelente legibilidad para la velocidad, el ordenador de a bordo y el indicador de combustible.

En esta categoría, la practicidad no es lo que se busca. Sin embargo, la GPR y la YZF-R cuentan con un disyuntor y una capacidad del depósito de combustible casi idéntica, con 13,8 litros para la Yamaha y 13 litros para la moto española. Sólo la apertura difiere y en este punto, la GPR se distingue de su rival ya que adopta un tapón abatible, un pequeño extra muy práctico a la hora de ir a la bomba. Por otro lado, el asiento desbloqueable de la R sólo oculta el acceso a la batería y al kit de herramientas y no a un espacio de almacenamiento. Por otro lado, es posible deslizar una cerradura bajo el asiento del GPR.

En el momento del veredicto, era difícil decidir entre ellas y, sin embargo, la Yamaha YZF-R125 ganó este duelo por una corta cabeza, pero la GPR se lo puso difícil. Gana gracias a su versatilidad, a su aspecto de serie R, pero también a su precio. Su principal objetivo son los jóvenes entusiastas que buscan una identidad.