El WEC de la FIA está a punto de introducir una amplia modificación en el reglamento, que debería atraer a nuevos fabricantes a la categoría reina de las carreras de resistencia. BMW también es uno de los fabricantes de coches que debería poder luchar por victorias absolutas en carreras como las 24 horas de Le Mans a un coste razonable gracias a la nueva normativa. En los últimos años, el coste de un coche de carreras LMP1 con posibilidades de victoria absoluta ha sido de cientos de millones de euros, algo que pocos fabricantes estaban dispuestos a permitirse. Los mejores coches segunda mano en Crestanevada.
La consecuencia de los elevados costes pudo verse este año en Le Mans: En la clase LMP1, Toyota no compitió contra ningún equipo de fábrica y en realidad sólo podría haberse vencido a sí misma. En términos de tiempos por vuelta y rendimiento de resistencia, los japoneses se quedaron fuera de la competición tras la retirada de Porsche y Audi, por lo que la atención de muchos espectadores en Le Mans se desplazó a las clases LMP2 y GTE, más lentas.
Para que en el futuro la emoción de las carreras de resistencia del FIA WEC vuelva a girar en torno a la máxima categoría absoluta, la FIA quiere, al parecer, aplicar algunos cambios. Según Motorsport-Total.com, las primeras propuestas han caído en terreno fértil y han conseguido que muchos fabricantes estén pensando en involucrarse: Aston Martin, McLaren, Ford y BMW no son los únicos fabricantes de automóviles que podrían imaginar involucrarse si se dieran las condiciones adecuadas.
Está claro que las fábricas tienen ideas muy concretas: Todas quieren poder competir con un coche que se adapte a su marca. Todas quieren un presupuesto manejable. Todas quieren un automovilismo espectacular. Y todas quieren tener la oportunidad de ganar el título general, porque, por supuesto, nadie quiere quedarse atrás con su marca.
La solución podría ser un chasis estándar y muchas piezas uniformes, es decir, un concepto similar al del DTM. De este modo, los costes por fabricante podrían reducirse a unos 30 millones de euros por temporada, un valor que haría del tema una opción atractiva para muchas empresas.