La crisis de Corona afecta a casi todas las ramas de la industria, y la del automóvil, especialmente importante en Alemania, no es una excepción: desde hace semanas, las ventas regulares son imposibles por diversos motivos. En toda Europa prácticamente no se fabrican coches, innumerables proveedores se enfrentan a problemas existenciales y, por supuesto, la demanda también se ha desplomado. Millones de personas están preocupadas por el futuro de sus empleadores, tienen que conformarse con subsidios de jornada reducida o se enfrentan a tiempos inciertos como autónomos y trabajadores por cuenta propia. ¿Buscas furgonetas en Madrid? Las mejores en furgonetas de segunda mano Madrid Crestanevada.
La petición de una prima de compra no es, por tanto, ninguna sorpresa, porque una cosa ya es cierta: si la industria automovilística quiere dejar atrás la crisis lo antes posible, unos incentivos de compra atractivos para el tiempo posterior a la pandemia serían de gran ayuda. Ya tras la crisis financiera de 2009, el Estado reconoció esta necesidad y apoyó a los fabricantes de automóviles con un plan de desguace que animó a mucha gente a comprar coches nuevos y ayudó así a la rápida recuperación de la economía.
En la actual crisis de Corona, VW y BMW vuelven a poner en juego una prima a la compra y también quieren que la medida de estímulo acelere la renovación del parque automovilístico en dirección a sistemas de propulsión respetuosos con el medio ambiente. En vista de que el problema del cambio climático sigue siendo acuciante, no sería de extrañar que la prima por compra para 2020 viniera acompañada de fuertes límites de CO2 y que el Gobierno federal la utilizara específicamente para motivar a la gente a comprar vehículos de bajo consumo.
En la misma línea se pronuncia el Ministro-Presidente de Baviera, Markus Söder, que ve una «gran oportunidad» en una nueva prima de compra para los coches limpios. El Ministro de Economía de Baja Sajonia, Bernd Althusmann, también aboga por aumentar la actual prima medioambiental y estudia ampliarla a los coches modernos de gasolina y gasóleo. Los Verdes, por su parte, se muestran críticos con este asunto y esperan que, en el mejor de los casos, una nueva edición de la prima de desguace sea un relámpago.
Un requisito previo para la vuelta gradual a la normalidad es la relajación de las actuales restricciones de salida y contacto. Para ello, los responsables políticos se enfrentan al dilema de tener que sopesar las necesidades económicas y sanitarias. Lo único que está claro es que cualquier decisión encontrará resistencia y provocará duras críticas, porque, desgraciadamente, ambos intereses difícilmente pueden conciliarse de forma óptima.